En el Centro de Desarrollo Infantil Siglo XXII, nos hemos trazado la misión de participar activa y profesionalmente en la formación de nuevos seres humanos, que sean capaces de desenvolverse con éxito en su entorno, que puedan y resuelvan positivamente su problemática particular y que contribuyan a construir una mejor sociedad.
Para cumplir con esta importante misión, a lo largo de nuestra existencia hemos integrado el nuevo conocimiento a nuestros programas y planes educativos, pero no como veleidosa moda, sino adecuándolos nuestra idiosincrasia como mexicanos.
Tenemos la misión de forjar forjar en los niños y las niñas una actitud positiva, constructivista, humanista y solidaria. Hemos hecho nuestra la divisa de “Enseñar construyendo”.
Tanto los directivos como el personal docente de este centro educativo, ejecutamos nuestro quehacer cotidiano sustentados en el objetivo común y compartido de fomentar y encauzar, en cada uno de nuestros alumnos, su autoafirmación como seres independientes, como seres creativos y seres capaces de transitar hacia una socialización positiva, así como reafirmar e inculcar en ellos las nociones fundamentales de lo que significa e implica el ejercicio de la plena libertad del individuo.
Para alcanzar lo anterior, procuramos de manera constante incorporar a nuestro bagaje cultural las experiencias educativas nacionales e internacionales, así como los lineamientos de organismos de alto nivel, como la UNESCOy la SEP, al igual que las ideas y las teorías expresadas por renombrados especialistas, las cuales encuentran en la práctica cotidiana su verdadera dimensión y alcance.
Un aspecto fundamental de nuestra visión, es la de aprender a vivir juntos, es la intención educativa de proporcionarle a cada menor los elementos culturales básicos y establecer prácticas diseñadas de acuerdo con su individualidad, que le permiten establecer por el mismo los limites del ejercicio de su libertad, su reconocimiento, así como la valoración de este bien de la humanidad que también es suyo, para que aprenda a convivir con él desde temprana edad.
Con esta visión en mente, también asumimos al humanismo como elemento integral del crecimiento del espíritu y de su desarrollo, idea fundamental que forma parte del trabajo formativo impartido en el Centro de Desarrollo Infantil Siglo XXII.
El niño aprender a ser mediante el contacto con las diversas manifestaciones del espíritu de otros seres humanos y de él mismo. La cuestión espiritual se materializa en las creaciones del ser humano que los niños aprenden a apreciar, así como en sus propios ejercicios orientados al estimulo de su creatividad.
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